domingo, 17 de agosto de 2008

En la actualidad nuestra salud se ve continuamente amenazada

Aún así, hoy en día tenemos la oportunidad de estar más sanos que en ningún otro momento de la historia
Los científicos especializados en salud pública han encontrado nuevas pruebas que confirman
la amenaza que supone un entorno tóxico para nuestra salud celular. El aire que respiramos,
el agua que bebemos y hasta los alimentos que ingerimos, contienen sustancias que pueden
resultar dañinas para nuestras células. Todo tejido que sea expuesto al medio ambiente,
incluida la piel y las mucosas que recubren los tractos gastrointestinal y respiratorio, es
particularmente vulnerable.Según la hipótesis que formula el inmunólogo y microbiólogo Myron Wentz, Ph.D.,
fundador y director general de USANA Health Sciences, los alimentos con un alto valor en
peróxido, y en especial los alimentos grasosos procesados, generan “radicales libres” que a su
vez causan daños a las células sanas. Los investigadores consideran que es necesario consumir
un complemento de antioxidantes para combatir los radicales libres, ayudando así a los
sistemas naturales de defensa del cuerpo.
“El cuerpo humano se compone de células que trabajan conjuntamente para que el hombre
pueda vivir”, declara el Dr. Wentz. “Si se toman antioxidantes con la comida, se puede
reducir la formación de lípidos oxidados.” Otros profesionales de la medicina concuerdan
en la importancia de tomar complementos nutricionales.
Por lo tanto, con una familia de cientos de miles actualmente dependiendo de USANA para su
salud, la ciencia ha sido y siempre será, el enfoque primordial de USANA Health Sciences*. Dado
que USANA sigue de manera voluntaria las prácticas de buena manufactura de la industria farmaceutica (GMP), USANA puede garantizar a cada cliente que sus productos son de la más alta calidad.

sábado, 16 de agosto de 2008

Un aminoácido efectivo contra la artritis reumatoide y otras enfermedades.


Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

Profesor de Farmacología del CUCS de la Universidad de Guadalajara y Presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C.

La histidina es un aminoácido básico. Alivia la anemia, estimula la producción de glóbulos rojos y disminuye la presión sanguínea. Mejora la digestión al aumentar la producción de jugo gástrico y alivia las úlceras gástricas. Es un tratamiento efectivo para algunas alergias. Regula la relación de los linfocitos T-4 con T8.

Los pacientes que sufren de fibromialgia casi siempre tienen niveles bajos plasmáticos de histidina. La histidina promueve la actividad de las ondas alfa tranquilas en el cerebro después de convertirse en histamina. La histidina mejora la audición al estimular el nervio acústico. La sordera puede ocurrir como resultado de la deficiencia de la histidina.
La histidina es una importante fuente de átomos de carbono en la síntesis de purinas. Fue aislada de la proteína en 1896 y su estructura se confirmó por la síntesis química en 1911.

No es muy conocido que la histidina se requiere en el cuerpo para regular y utilizar micro minerales esenciales tales como el cobre, zinc, hierro, manganeso y molibdeno. La histidina es esencial para formar muchos metales que llevan enzimas y otros compuestos como la superóxido dismutasa, la proteína que almacena al hierro la ferritina, la hemoglobina de los glóbulos rojos, etc. Algunos metales tales como el zinc, el cobre y el níquel son transportados al enlazarse con la histidina y tal enlace parece esencial para la excreción rápida de esos metales en exceso.

Grandes dosis de zinc producen una disminución del 10 al 20 % de los niveles de histidina sérica en los humanos debido a su efecto antagonista sobre el cobre. La deficiencia de vitamina E produce una deficiencia de histidina en los músculos.

En un estudio clínico nuestro y otros 30 más que se han realizado en pacientes con artritis reumatoide hemos encontrado consistentemente que sus niveles séricos de histidina estaban alterados. En todos estos individuos, los estudios mostraron niveles séricos bajos de histidina. También encontramos niveles bajos de histidina en el líquido sinovial artrítico (líquido transparente, lubricante secretado por las membranas de las articulaciones).

Al encontrar en todos los pacientes niveles bajos séricos de histidina decidimos actuar de acuerdo a los paradigmas de la terapia bioquímica nutricional, donde el tratamiento es individual según el resultado del perfil nutricional. Así que en este caso el tratamiento consistió en elevar los niveles séricos de histidina a través de la administración oral de complementos nutricionales de histidina.

Existe un síndrome inducido por la hidralazina, el cual se parece clínicamente a la artritis reumatoide. Pues bien, en este síndrome también encontramos niveles bajos del aminoácido histidina.

En el ensayo clínico, los sujetos recibieron 1,500 mg al día en promedio de histidina. Todos ellos obtuvieron mejoría en la fuerza de apretar, en la capacidad de caminar y disminuyó la inflamación.

Algunos medicamentos alopáticos como las sales de oro, la cloroquina y la D penicilamina tienen un efecto indirecto de preservación sobre la histidina, lo cual puede estar relacionado con su efectividad en la artritis reumatoide.

Algunos investigadores del Down State Medical Center y de la Universidad de Guadalajara hemos usado las mediciones de los niveles séricos de histidina para diagnosticar la artritis reumatoide y determinar el grado de degeneración causado por la enfermedad.

La terapia con histidina eleva los niveles de histidina séricos en los pacientes pero este importante hallazgo se pierde una vez que los pacientes toman medicamentos antiinflamatorios convencionales.

Los pacientes con tasas de eritrosedimentación globular alta y con gran dificultad para caminar son los que responden mejor a la terapia con histidina.

La histamina se encuentra en todas partes en el cuerpo y tiene potentes propiedades. La mayoría de la histamina se almacena en las plaquetas, los mastocitos y los basófilos; los basófilos son probablemente la fuente de la mayor parte de la histamina en la sangre. La histamina es un neurotransmisor importante en el cerebro especialmente en el hipocampo y también a través de todo el sistema nervioso autónomo.

Cerca del 20 % de los pacientes esquizofrénicos tienen niveles altos de histamina. Se ha visto que pacientes con niveles bajos de histamina tienen alteraciones psiquiátricas tales como hiperactividad, manía, paranoia, alucinaciones, depresión y fobias.

El nivel de histidina es un índice sensible al metabolismo proteico general. Durante el estrés la histidina se requiere más que cualquier otro aminoácido. Hemos encontrado que los pacientes con niveles plasmáticos bajos de histidina frecuentemente tienen temblores y ataxia.

Experimentos realizados en animales con dietas carentes de histidina desarrollan condiciones de pre-cataratas, es decir un ensanchamiento de las suturas, una separación de las células y neblina de los lentes de los ojos. Una dieta deficiente en histidina puede provocar cataratas en sólo 3 semanas.

La histidina puede elevar los niveles de histamina y la histamina facilita el orgasmo en ambos sexos. La liberación de histamina por los mastocitos es un requerimiento esencial para el orgasmo femenino.

La histidina necesita estar presente en una cantidad adecuada para que se pueda alcanzar el orgasmo. Este aminoácido ya mencionado es el padre de la molécula activa de la histamina. El orgasmo es provocado sencillamente cuando la histamina es liberada en el cuerpo por los mastocitos en los genitales. Estas células no funcionan sólo como parte del sistema inmunológico sino también causan el bochorno sexual experimentado por todos durante el clímax. Para ambas funciones, el ingrediente activo esencial es la histamina. Hemos visto que cuando hay insuficiente histidina en el cuerpo, al mismo tiempo y en forma directamente proporcional, la producción de histamina es baja y las mujeres tienen la dificultad y a veces hasta la imposibilidad de alcanzar un orgasmo. El resultado es conocido por todos, la frigidez con sus secuelas destructivas de culpabilidad y enojo.
Los requerimientos de histidina se incrementan durante la niñez, después de una lesión o en otras ocasiones cuando hay reparación y formación de tejido.

Algunos pacientes urémicos que hemos revisado tienen niveles bajos de histidina.

La histidina se absorbe fácilmente. Los niveles plasmáticos se incrementan en un 225% dos horas después de tomar una carga de histidina de 4 gramos y regresan a sus niveles normales después de 8 horas. Los otros aminoácidos a nivel plasmático no son afectados.

La Cúrcuma y sus efectos en hepatitis, Alzheimer y otras enfermedades.


Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

Coordinador de Medicina Ortomolecular del Centro de Estudios de Medicina Integradora de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

El nombre científico de la cúrcuma es Curcuma longa. Se trata de una planta perenne que pertenece a la familia de las Zingiberáceas. Se caracteriza por contar con un gran rizoma ovoidal con tubérculos cilíndricos sésiles y anaranjados en su interior. No se le conocen frutos. El género Curcuma contiene cerca de 30 especies.
La cúrcuma se emplea como colorante culinario y constituye uno de los principales condimentos en la mezcla que compone el curry, una salsa integrada con pimienta, canela, coriandro, jengibre, clavo de olor, comino y nuez moscada.
Esta planta es originaria de la India donde se menciona en el Atharva Veda y en otros antiguos textos sánscritos. Se sabe que crece en los suelos húmedos, ricos y arcillosos.
La cúrcuma contiene entre el 2 y 9 % de curcuminoides, aceite esencial entre 1.5 y 5.5 % así como polisacáridos, materias colorante (3 al 6 %), sales potásicas, resina y glucósidos. La autoridades sanitarias alemanas exigen un mínimo de 3 % de curcuminoides, lo mismo que de aceite esencial. También contiene polisacáridos, arabino-galactano, sales potásicas, resina y glucósidos.
Entre las acciones farmacológicas de esta planta, destacan su efecto hepatoprotector, antimicrobiano, antioxidante, colerético, inmunoestimulante, hipolipemiante, digestivo, antifértil, repelente de insectos y antiinflamatorio.
En relación al efecto protector del hígado, existe un estudio clínico doble-ciego que se hizo con 12 personas sanas. En dicho estudio, se determinó que la curcumina en dosis de 40 mg produce efectos colagogos sobre la vesícula biliar cerca del 50 % de su capacidad contráctil (Rasyid A. et al. 2002). Debido a esta acción, es útil en la colecistitis y previene la colelitiasis.
Se han hecho estudios clínicos sobre el beneficio de la cúrcuma en pacientes con hepatitis aguda. En ellos, se ha corroborado el efecto benéfico de la planta medicinal. En todos los casos, los parámetros paraclínicos de la hepatitis volvieron a sus valores normales en un promedio de 16 días. Esto nos indica el potente efecto antiviral de la cúrcuma. También en el laboratorio la cúrcuma ha demostrado in vitro una capacidad inhibitoria en la replicación del HIV, con incrementos en el número de linfocitos CD4 así como inhibición las enzimas implicadas en el mecanismo de entrada intracelular del virus (Li C. et al., 1993).
Pasando a los efectos sobre el tracto digestivo, específicamente a nivel de la mucosa, el extracto de cúrcuma demostró una actividad citoprotectora al reducir la secreción ácida, aumentar el mucus de la pared gástrica y restaurar el contenido sulfidrilo no proteico del estómago. Estos efectos extraordinarios se han demostrado en pacientes con úlcera péptica a través de exámenes endoscópicos (Prucksunand C et al., 2001).
Un efecto muy impresionante es sobre los músculos. El músculo esquelético es frecuentemente el sitio de lesión tisular debido a un trauma, alguna enfermedad, defectos del desarrollo o por cirugía. Sin embargo, hasta la fecha, no se conocía ningún tratamiento efectivo para estimular la reparación del músculo esquelético. Thaloot et, al. Investigaron la cinética y la extensión de la regeneración muscular in vivo después de un traumatismo, seguida de una administración sistémica de curcumina en ratones. Los análisis histológicos y bioquímicos indicaron una restauración más rápida de la arquitectura del tejido normal en ratones tratados con curcumina después de solamente 4 días, mientras que los controles requirieron más de 2 semanas para la restaurar la arquitectura del tejido normal. Este mismo efecto lo tiene sobre heridas. O sea que acelera la curación de heridas.
Algunos de los principios activos de la cúrcuma tienen efecto antimicrobiano contra ciertos microorganismos patógenos, particularmente Staphilococcus sp., Escherichia coli, Candida albicans, Proteus vulgaris y Cryptococcus neoformans.
También se ha podido constatar un efecto muy importante a nivel oncológico. Se ha visto que la cúrcuma juega un papel protector sobre substancias inductoras de cáncer, especialmente de colon. Las substancias estudiadas son principalmente las nitrosaminas. La curcumina puede operar a través de la supresión de la activación del factor nuclear-kB (NF-kB). El NF-kB es un factor de transcripción nuclear requerido para la expresión de los genes involucrados en la proliferación celular, la invasión celular, la metástasis, la angiogénesis y la resistencia a la quimioterapia (Baldwin 2001). Este factor es activado en respuesta a los estímulos inflamatorios, carcinógenos, promotores de tumores y la hipoxia, la cual se encuentra frecuentemente en los tejidos tumorales (Pahl, 1999). Varios grupos científicos han demostrado que el NF-kB activado suprime la apoptosis en una amplia variedad de células tumorales (Wang et el. 1996) y también ha sido implicado en la resistencia a la quimioterapia.
Hay varios estudios que sugieren que la curcumina es radioprotectora. Algunos investigadores demostraron que la curcumina protege de la toxicidad inducida por la radiación. Thresiamma et al. Demostraron que la irradiación de cuerpo entero de ratas produce fibrosis pulmonar en 2 meses según se ha visto en un aumento de hidroxiprolina del colágeno pulmonar y la histopatología. Ahora bien, la administración oral de curcumina redujo significativamente la hidroxiprolina del colágeno pulmonar.
La cúrcuma tiene un fuerte efecto antiinflamatorio. Este efecto lo induce por varios mecanismos, tales como inhibición de la prostaglandinas, estabilizando las membranas lisosomales, inhibición de la actividad de los leucotrienos, inhibición del tromboxano B4 e inhibición de la substancia P. Su acción es tan grande que es comparable a la de la hidrocortisona.
Algunos estudios también han demostrado que la cúrcuma puede hacer disminuir los niveles de colesterol y lípidos en la sangre, en un promedio de 7 semanas, casi a la misma proporción que el clofibrato. Por otro lado, se ha comprobado que la cúrcuma disminuye los depósitos de colesterol en la aorta y de la misma forma disminuye los niveles de triglicéridos en la sangre. Por esta misma razón, la curcumina reduce la incidencia de la formación de cálculos biliares de colesterol.
La actividad farmacológica antioxidante de la cúrcuma es muy importante ya que inhibe la peroxidación lipídica, así como la agregación plaquetaria. Este efecto inhibidor de la agregación plaquetaria le da capacidad de prevenir trombosis, embolias, etc.
La inflamación cerebral en los pacientes con la enfermedad de Alzheimer se caracteriza por citoquinas aumentadas y microglia activada. Los estudios epidemiológicos sugieren que un riesgo reducido de la enfermedad de Alzheimer está asociado con el uso a largo plazo de medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Mientras que el ibuprofeno suprimió la inflamación y la patología relacionada con las placas en modelos de ratones con Alzheimer, el uso excesivo de estos antiinflamatorios puede causar toxicidad gastrointestinal, hepática y renal. Una alternativa de los antiinflamatorios no esteroides es la curcumina. Lim et al. encontraron que la curcumina reduce el daño oxidativo y la patología amiloide en modelos de ratón con Alzheimer.
La formación de cataratas relacionadas con la edad es un problema de salud importante a nivel mundial. Se ha sugerido al estrés oxidativo como una causa subyacente común de la cataratogénesis y se ha demostrado que el aumento de las defensas antioxidantes del lente ocular previene o retrasa la formación de cataratas. Awasthi et al. probaron la eficacia de la curcumina para prevenir la formación de cataratas.
Hay reportes que mencionan que la curcumina disminuye la pancreatitis. La curcumina inhibe en forma marcada a al NF-kB, a AP-1, IL-6, TNFalfa e iNOS en el páncreas. Basados en varios estudios, podemos deducir que la curcumina es útil como tratamiento de la pancreatitis. La curcumina inhibe dos procesos patológicos tempranos de la pancreatitis; la activación patológica de los zymogenos digestivos y el factor de transcripción NF-kB.

Complementación nutricional contra el cáncer.


Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

Coordinador de Medicina Ortomolecular del Centro de Estudios de Medicina Integradora de la Universidad Autónoma de Guadalajara y Presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C.

Muchos oncólogos temen que la complementación nutricional con antioxidantes pueda disminuir la efectividad de algunos tipos de quimioterapia, la cual funciona al crear radicales libres que destruyen a las células cancerosas. Unos investigadores revisaron 19 estudios que involucraron 1,554 individuos quienes regularmente tomaban complementos antioxidantes.
Los resultados fueron que en 17 ensayos, los pacientes bajo tratamiento de quimioterapia que tomaron complementos alimenticios antioxidantes tuvieron más probabilidades de sobrevivir y/o que sus tumores se encogieran, comparados con aquellos del grupo control. En 8 de los 19 estudios clínicos, los usuarios de los complementos alimenticios tuvieron menos probabilidades de sufrir efectos adversos severos colaterales por la quimioterapia en cantidad suficiente como para requerir una reducción en la dosis.
Los antioxidantes ayudan al cuerpo a desintoxicarse durante la quimioterapia y protegen al cuerpo contra el daño orgánico. Esto permite que el paciente continúe con su quimioterapia a dosis óptimas y también conserve sanas a las células no cancerosas. (K.I. Block et al. Cancer Treatment Reviews, March 2007).

En la actualidad, hemos notado que el papel que juegan los nutrientes antioxidantes, la dieta y las modificaciones adecuadas en el estilo de vida en modular la incidencia del cáncer en los humanos, ha llamado mucho la atención de los científicos. Los efectos de las vitaminas individuales antioxidantes, como la vitamina C, la vitamina E, los retinoides y los carotenoides han sido estudiados profundamente con respecto a la prevención del cáncer. Recientemente se hizo una revisión amplia sobre este asunto (Prasad KN, Cole W, Hoveland P: Cancer prevention studies: Past, present and future. Nutrition 14:197-210, 1998).
Según el Dr. Kedar Prasad, del Centro para la Vitaminas y la Investigación del Cáncer de la Escuela de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado, debido a que la eficacia de la terapia antitumoral estándar ha alcanzado una altiplanicie, se deben desarrollar acercamientos innovadores adicionales para el tratamiento del cáncer humano. Entre estos acercamientos, los más promisorios parecen ser las vitaminas antioxidantes, porque a altas dosis no sólo inhiben directamente el crecimiento de varias células cancerosas humanas y de roedores, sino que mejoran los efectos de los agentes terapéuticos estándares antitumorales, tanto in vitro como in vivo (Prasad KN, Kumar A and Cole W., High doses of multiple antioxidant vitamins: essential ingredients in improving the efficacy of standard cancer therapy. J Am Coll of Nutr. Vol 18, No. 1, 13-25, 1999).
Ahora bien, el efecto de los antioxidantes sobre el crecimiento de las células tumorales, la diferenciación y la apoptosis (muerte celular programada) se han estudiado en modelos de cultivos celulares, tumores transplantados en animales singenéicos, ratones atímicos y en pacientes con cierto tipo de tumores. Estos estudios han revelado que las vitaminas, cuando se usan individualmente pueden inducir la apoptosis en forma selectiva en las células malignas dentro de ciertos rangos de dosis o pueden inhibir o estimular el crecimiento de las células malignas, dependiendo de las dosis. Todos estos efectos van a depender del tipo de vitaminas que estamos usando, las formas de las vitaminas (pueden ser fisiológicas vs análogas, fisiológicas vs tipo de esteres), la concentración de las vitaminas, el tipo de tumor maligno y el tipo de clon del mismo tumor canceroso. Por eso, siempre es recomendable, no tomar complementos vitamínicos sin una supervisión médica cercana.

Otro ejemplo es la complementación nutricional con la vitamina E. Se sabe que La complementación nutricional con vitamina E puede prevenir algunos de los serios efectos colaterales del medicamento quimioterápico llamado cisplatino, según un estudio que se realiza en Italia (Pace A, Carpano S, Galie E et al. Vitamin E in the neuroprotection of cisplatin induced peripheral neurotoxicity and ototoxicity. J. Clinical Oncol. 2007, Jun 20;25(18S):9114). Los resultados parciales del estudio doble-ciego, randomizado, controlado con placebo y multicéntrico indican que la vitamina E protege significativamente a los pacientes del daño neural inducido por la cisplatino. Estos resultados hacen eco con aquellos reportados anteriormente por investigadores oncológicos griegos (Argyriou AA, Chroni E, Koutras A et al. A randomized controlled trial evaluating the efficacy and safety of vitamin E supplementation for protection against cisplatin-induced peripheral neuropathy: final results. Support Care Cancer. 2006 Nov 14(11):1134-40).
El cisplatino se usa rutinariamente para tartar cánceres de ovario, testículo, vejiga y otros. Puede producir efectos adversos tales como pérdida de la audición, alteraciones en el equilibrio, daño renal y alteraciones en la sensibilidad en las extremidades.

Pasando al asunto de la dieta. Se debe de seguir una dieta con un contenido bajo de grasas (10 % de las calorías de las grasas) y alta en fibra (de 25 a 30 gramos de fibra obtenida de frutas, verduras y cereales) durante y después del tratamiento estándar anticáncer. El contenido de grasas en la dieta se podría aumentar más o menos al 15 % de las calorías totales durante la remisión total del tumor. En cambio, es recomendable que la ingesta alta en fibra se continúe durante toda la vida.
La mayoría de los médicos orientados a la nutrición, hemos notado que una dieta baja en grasas malas puede interferir con el crecimiento tumoral al reducir las señales estimulantes de crecimiento del tumor, tales como las prostaglandinas y los estrógenos (Rao CV, Reddy BS: Modulating effect and type of dietary fat on ornithine decarboxylase tyrosine protein kinase and prostaglandins production during colon carcinogenesis. Carcinogenesis 14:1327-1333, 1993).
Por otro lado, también nos hemos percatado de que una dieta alta en fibra puede reducir la velocidad de crecimiento tumoral al generar niveles milimolares de ácido butírico, el cual es considerado un poderoso agente antitumoral (Prasad KN: Butyric acid: a small fatty acid with diverse biological functions. Life Sci 27:1351-1358, 1980).
Por último, hay que mencionar que los cambios de estilo de vida para coadyuvar en el tratamiento de cualquier padecimiento, incluyendo el cáncer, deben de contener por lo menos, el no fumar, hacer ejercicio diariamente, reducir el consumo de bebidas alcohólicas y cafeína y reducir el estrés tanto físico como mental.

Las virtudes terapéuticas de la uva.


Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

Coordinador de Medicina Ortomolecular del Centro de Estudios de Medicina Integradora de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

La uva pertenece a la familia de las Ampelidáceas, a la especie Vitis vinifera y se conoce como Vid.
Existen en el mundo unas 3,000 especies cultivadas de vides, que producen uno de los frutos más medicinales que se conocen. Todas las civilizaciones antiguas del área mediterránea conocían la vid y la utilizaban ampliamente. Tanto el fruto como las hijas y la savia de esta noble planta, poseen propiedades medicinales y constituyen un excelente alimento-medicamento. El zumo de la uva es rico en substancias de elevado valor biológico: azúcares de gran valor nutritivo, proteínas, vitaminas y minerales. El zumo de uva es alimento y medicina.
Es originaria de Asia menor y ampliamente difundida por todos los países mediterráneos, donde pueden encontrarse plantas silvestres. Actualmente se cultiva en los 5 continentes.
Es un arbusto trepador de la familia de las Vitáceas, con flores de pequeño tamaño agrupadas en racimos compuestos. Los frutos, los granos de uva son unas bayas de color negro o verdoso que contienen de una a 4 semillas leñosas.
De la uva, se usan las hojas, la savia, las bayas y las semillas.
Todas las partes de la vid poseen interesantes propiedades medicinales. Las hojas, especialmente de la vid roja, contienen taninos de efecto astringente y abundantes flavonoides y pigmentos antociánicos que le confieren acción protectora sobre los capilares sanguíneos y una acción hemostática.
Las uvas contienen un 16 % de azúcares, hasta 1 % de proteínas (10 gramos por kilo); lípidos, vitaminas A, complejo B, sales minerales, especialmente potasio y de hierro, ácidos orgánicos y pigmentos. Poseen propiedades tonificantes, descongestivas, laxantes, depurativas y antianémicas.
Las semillas de la uva contienen ácidos grasos poliinsaturados, útiles en el tratamiento del exceso de colesterol. Se emplean en forma de aceite.
El extracto de semillas de uva contiene bioflavonoides. Así que antes de hablar más específicamente sobre el extracto de semillas de uva en sí, me referiré primero a lo que son los bioflavonoides.
Los bioflavonoides, a veces también son conocidos como la vitamina P, son solubles en agua y están compuestos de citrina, rutina, hesperidina, lo mismo que flavonas y flavonoles. Generalmente se miden en miligramos. Estos bioflavonoides son necesarios para la absorción apropiada de la vitamina C. Los flavonoides son también unas substancias que proveen ese color amarillo y anaranjado a los alimentos cítricos.
Algunos científicos también los llaman el factor de la permeabilidad capilar. Una de sus principales funciones es aumentar la fuerza capilar. Otra de las características de los bioflavonoides es que ayudan a la vitamina C a conservar sano al tejido conectivo. Hasta el momento no se les conoce ninguna toxicidad.
Estos bioflavonoides previenen que la vitamina C sea destruida por la oxidación. También fortalecen las paredes de los capilares, por lo que previenen los moretes. Por otro lado, los bioflavonoides ayudan a formar una buena resistencia inmunológica contra las infecciones.
Como ya lo mencioné, los bioflavonoides aumentan la efectividad de la vitamina C y hemos visto que ayudan en el tratamiento del edema y los mareos debidos a algún padecimiento del oído interno.
El término picnogenoles en realidad describe un complejo entero de flavonoides de plantas (proantocianidinas), todos ellos con una excepcional actividad antioxidante. Estos compuestos se encuentran en varias plantas incluyendo el extracto de semillas de uva, corteza de árbol de limón, cacahuates, piel de cítricos y arándanos. Ambos, la semilla de uva y la corteza de pino son excelentes fuentes de proantocianidinas. Algunos estudios indican que el extracto de semilla de uva puede ser más potente y efectivo puesto que contiene formas químicas de proantocianidinas no presentes en los extractos de corteza de pino.
También es más económico extraer estos compuestos de semillas de uva que de la corteza de pino. Pero independientemente de la fuente, estos antioxidantes protectores pueden usarse para mantener una buena salud y prevenir el daño producido por los radicales libres.
Ahora bien, el extracto de semillas de uva es una fuente superior de proantocianidinas. Esta es una clase especial de bioflavonoides que posee enormes propiedades antioxidantes. Durante varios años, aquellas personas que pudieron pagar el precio caro de los complementos de picnogenol, han conseguido una gran protección antioxidante contra los dañinos radicales libres.
El picnogenol (marca comercial) es un extracto de la corteza de pino que contiene 85 % de proantocianidinas. Por otra parte, el extracto de semillas de uva contiene 95 % de proantocianidinas y es mucho más accesible al público en general que el antes mencionado.
Ambos, el extracto de pino y el extracto de semillas de uva fueron desarrollados por el mismo investigador, el Prof. J. Masquelier de Bordeaux, France. Patentó el extracto de semillas de uva en 1986, como una extensión de su patente del extracto de la corteza de pino de 1951. Fue el propio Prof. Masquelier quien le puso el nombre de Picnogenol a esta clase química, los flavan-3-oles, pero su primera fuente de las proantocianidianas, realmente fueron los cacahuates desde 1948.
El Prof. Masquelier hizo estudios clínicos así como estudios extensivos analíticos, de biodisponibilidad, de toxicología y farmacológicos. El mismo ha aseverado en sus escritos que por razones prácticas, usó el extracto de semillas de uva para todos estos estudios. Por lo cual, podemos afirmar que gramo por gramo, el extracto de semillas de uva tiene más proantocianidinas.
Hoy día podemos afirmar que el análisis de cromatografía líquida de alto rendimiento de ambos extractos estandarizados, ha revelado que el extracto de semillas de uva tiene un contenido más alto de proantocianidinas (mínimo 92 %) que el extracto de corteza de pino (mínimo 85 %). El extracto de semillas de uva también tiene un contenido más alto de esteres de proantocianidinas gálicas, las cuales según el Prof. Masquelier le dan superioridad en su poder antioxidante sobre el extracto de corteza de pino.
Las proantocianidinas del extracto de semilla de uva han sido investigadas clínicamente en varios países de Europa Occidental. Bombardelli y Morazzoni (1993) resumieron 6 estudios clínicos hechos con proantocianidinas de semillas de uva, todos doble-ciego. Por otro lado, Largue y colaboradores (1981) reportaron lo mismo en un estudio abierto y en otro estudio doble-ciego
Existen rumores de que los extractos de corteza de pino tienen constituyentes químicos adicionales que les dan alguna potencia mágica superior sobre los extractos de semillas de uva. Pues bien, todos estos rumores son sencillamente infundados.
Por definición, podemos afirmar que los principios activos de estos extractos son las proantocianidinas. Con respecto a la potencia antioxidante contra el radical superóxido y contra la peroxidación lipídica, el extracto de semillas de uva se encontró superior al extracto de corteza de pino, según un reporte (MT Meunier et al. 1989, Plantes Medicinales et Phytotherapie 23, 267).
En pocas palabras se puede concluir que los extractos de semillas de uva son más fuertes, están mejor documentados en relación a la seguridad y la biodisponibilidad y han sido adecuadamente estudiados clínicamente.
Como un resumen, el cual en realidad es difícil de realizar, la gente de saber que las proantocianidinas son substancias antioxidantes potentes, naturales e hipoalergénicas. Al mismo tiempo son un complejo bioflavonoide altamente biodisponible que es rápidamente absorbido y distribuido a través de todo el cuerpo en pocos minutos.
Se ha descubierto que las proantocianidinas tienen 50 veces más capacidad antioxidante que la vitamina E y 20 veces más actividad antioxidante que la vitamina C, a la cual ayudan a aumentar su efectividad y actúan como transportadores y restauradores de la vitamina C oxidada al trabajar con el glutatión.
Las proantocianidinas también ejercen una poderosa protección en contra de los radicales libres en el cerebro y en los nervios espinales.
En relación al envejecimiento, las proantocianidinas tienen la capacidad de prevenir y eliminar la formación de lipofuscina en el corazón y en el cerebro. También se enlazan a las fibras de colágeno aumentando su elasticidad y la flexibilidad en los músculos, los tendones y los ligamentos.
Otro interesante efecto de las proantocianidinas es que actúan como un relajante del músculo liso de los vasos sanguíneos.

Un nutriente contra la epilepsia.


Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

Profesor de Farmacología del CUCS de la Universidad de Guadalajara.

Actualmente es muy común que se piense que las causas de muchas enfermedades surgen desde adentro de la persona, es decir, los desequilibrios de los nutrientes y las reacciones del cuerpo a los cambios ambientales. La gente ha comenzado a tomar responsabilidad directa por su salud y nuestro interés en la nutrición es un símbolo de este cambio saludable de actitud.

La causa de la enfermedad en el hombre está en el hombre. Los aminoácidos son de lo más útil en psiquiatría porque son precursores de los neutrotransmisores el "lenguaje" químico del cerebro. Medir el contenido de los aminoácidos plasmáticos ha ayudado a identificar desequilibrios químicos específicos asociados con la depresión, la equizofrenia, la ansiedad y el insomnio.

La taurina es un aminoácido que ocurre en forma natural en el cuerpo y en la comida (principalmente en la proteína animal). Su nombre se deriva de Bos Taurus (bilis de buey) de la cual fué por primera vez aislada hace má de 150 años. La Taurina difiere de la mayoría de los otros aminoácidos, en que no se incorpora a las proteínas. Existe como un aminoácido libre en la mayoría de los tejidos animales y es uno de los aminoácidos más abundantes en el músculo, las plaquetas, y el sistema nervioso en desarrollo.

Aunque el cuerpo gasta mucha energía concentrada en la taurina en varios tejidos, los científicos, no están completamente seguros, de cuáles son las funciones de la taurina. Hay evidencias de que sirve como un neurotransmisor (un mensajero químico para el sistema nervioso), un regulador de la sal y del equilibrio del agua dentro de las células y un estabilizador de las membranas celulares. La taurina participa en la desintoxicación de químicos extraños y también está involucrada en la producción y la acción de bilis. Ya que cada una de estas funciones es esencial par la buena salud, una deficiencia de la taurina podría presumiblemente llevarnos a diferentes problemas importantes de salud.

En un padecimiento en el que hemos visto que es útil este aminoácido, es en la diabetes, donde la concentración de taurina en el plasma y las plaquetas fue significativamente más baja en un grupo de diabéticos, insulinodependientes, que en individuos sanos. La agregación plaquetaria fue también excesiva en los pacientes, con diabetes. Cuando a estos individuos se les dieron 500 mg. de taurina 3 veces al día durante 90 días, los niveles de taurina y la agregación plaquetaria se pusieron normales.

Estos hallazgos sugieren que los diabéticos insulinodependientes, son deficientes en taurina y que esta deficiencia causa una actividad excesiva de las plaquetas. La hiperactividad de las plaquetas puede contribuir a algunas complicaciones de la diabetes, particularmente la ateroesclerosis y el daño renal. Además, la deficiencia de taurina juega un papel importante en el desarrollo de la cardiomiopatía y la enfermedad retinal, ambas de las cuales, son comunes entre los diabéticos. La complementación con Taurina puede por eso ayudar a prevenir algo del daño orgánico que ocurre en los diabéticos insulinodependientes. La prevalencia de la deficiencia de taurina en los diabéticos no insulinodependientes no se conoce hasta este momento.

Otro padecimiento en el que puede utilizarse la taurina como terapia nutricional, es en la epilepsia donde se ha demostrado que la taurina disminuye la frecuencia de las crisis convulsivas de la epilepsia en varios modelos animales. La taurina ha demostrado también una ‘actividad anti-epiléptica definitiva’ en un grupo de epilépticos que no respondieron a los medicamentos convencionales. Este efecto antiepiléptico fue visto en la taurina a dosis entre 200 y 1500 mg. al día. Otros investigadores no están de acuerdo y dicen que han encontrado que la taurina, no es de beneficio en algunos casos de epilepsia. Se requiere de investigación adicional para determinar cuáles de los muchos tipos de epilepsia que existen, pueden responder a la taurina y cúales son las dosis óptimas.

También se han hecho estudios con relación al uso de la taurina en el síndrome de abstinencia del alcohol. A 22 pacientes hospitalizados por síndrome abstinencia por alcohol se les dió la taurina. Se les dio un gramo 3 veces al día por siete dias. De estos pacientes solamente el 14% desarrolló delirio y alucinaciones ( síntomas severos de la abstinencia del alcohol), comparado con 45% de un grupo de pacientes similares que no recibieron taurina.

Podemos decir en lo que se refiere a la toxicidad, que la taurina es generalmente bien tolerada. No se han reportado serios efectos colaterales a las dosis terapéuticas usuales de 1-3 gramos al día. Los pacientes con enfermedad hepática han sido tratados con taurina con hasta 18 gramos durante 6 meses (para aliviar los calambres musculares, dolorosos), sin problemas aparentes.

Hay que aclarar que con relación a la dosificación, la dosis óptima de taurina no se conoce en la actualidad. Los médicos orientados en la nutrición generalmente prescriben de 500 a 1000 mg, 2 a 3 veces al día, para adultos. Pero esta dosis puede variar mucho.

En palabras sencillas podemos afirmar como una conclusión que se ha demostrado que la taurina es segura y también es un tratamiento nutricional efectivo contra la insuficiencia cardíaca congestiva. La investigación adicional sugiere que puede ayudar a prevenir la degeneración macular, los cálculos biliares, y las complicaciones de la diabetes. La taurina mejora la absorción de grasas en algunos individuos con fibrosis quística. La taurina puede prevenir las crisis epilépticas en algunos casos, pero la investigación actual es conflictiva. Los vegetarianos, los ancianos y la gente con síndromes de mala absorción pueden necesitar taurina adicional.

Novedad nutricional contra el enfisema.


Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

Coordinador de Medicina Ortomolecular del Centro de Estudios de Medicina Integradora de la Universidad Autónoma de Guadalajara y Presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es el nombre de un grupo de alteraciones respiratorias crónicas, lentamente progresivas que se caracterizan por una reducción máxima del flujo respiratorio durante la espiración forzada.

El enfisema es un problema médico que se caracteriza anatómicamente por un engrandecimiento permanente de los sacos alveolares y los ductos en los pulmones junto con una destrucción de las paredes de estos espacios. Además, hay una pérdida de los pequeños vasos sanguíneos que irrigan a estos espacios, resultando en que el tejido pulmonar se inflama y se endurece.

La causa principal del enfisema pulmonar es el cigarro que produce altas concentraciones de radicales libres de oxígeno (Rubenstein, E. and Felderman D., eds. Scientific American Medicine, New York: Scientific American 1982). Ciertos tipos de contaminantes ambientales también están ligados a una incidencia incrementada de enfisema pulmonar, incluyendo los humos de cadmio, que pueden encontrarse en altas concentraciones en el humo del tabaco, polvos, químicos laborales, infecciones de las vías respiratorias, deficiencia de alfa 1 antiproteasa y alergias. El enfisema pulmonar también ha sido asociado con úlceras gástricas o duodenales causadas por la acidosis respiratoria, una alteración ácida causada por un suministro insuficiente de oxígeno en los pulmones, lo cual resulta en una retención de dióxido de carbono.

El enfisema se produce a partir de un proceso inflamatorio que afecta las vías y los espacios aéreos. El aumento de la actividad de los oxidantes, combinado con la disminución de la actividad de los antioxidantes, proceso conocido como estrés oxidativo, se considera implicado en la aparición de la inflamación y el enfisema.

La primera y más importante cosa que debe de hacerse contra el enfisema pulmonar es dejar de fumar inmediatamente. Por otro lado, es aconsejable que el paciente evite los alimentos que forman mucosidad, tales como los productos lácteos, los huevos, la sal, la carne, los alimentos chatarra, los alimentos procesados y los productos que contengan harinas blancas.

Hay varios reportes científicos desde hace algunos años donde se describe cómo la nutrición puede aliviar las dificultades respiratorias que tienen millones de personas por estar enfermas de enfisema (Nov 1995 Health Revelations). Debido a que desgraciadamente la medicina ortodoxa convencional pulmonar es incapaz de producir una verdadera ayuda terapéutica, la terapia bioquímica nutricional sigue siendo aparentemente la única esperanza real de tratamiento.

El tratamiento convencional alopático consiste en dejar de fumar, utilizar broncodilatadores, glucocorticoides, el oxígeno complementario (el cual se considera la única terapéutica farmacológica documentada que altera los antecedentes naturales de la EPOC en los pacientes con hipoxemia en reposo), antibióticos y a veces hasta transplante de pulmón.

Uno de los nutrientes involucrados dentro de este proceso coadyuvante es la vitamina A. Cada vez son más los estudios clínicos que demuestran esta aseveración.

La evidencia clínica nos enseña que una dieta baja en carbohidratos simples es especialmente buena para las millones de personas que en nuestro país tienen enfisema pulmonar o bronquitis crónica. Estos 2 padecimientos son enfermedades pulmonares obstructivas crónicas. Para metabolizar a los carbohidratos, sobre todo cuando comemos mucho de ellos, se requiere más consumo de oxígeno que lo que se requiere para el metabolismo de las proteínas o las grasas. Esto también genera una producción de dióxido de carbono y dispara la síntesis de grasas.

La demanda respiratoria más grande del metabolismo de los carbohidratos crea un estrés fisiológico que puede precipitar una falla respiratoria en las gentes que sufren de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (JAMA, vol. 243, no. 14, p. 1444-47, 1980). Inclusive se ha visto que un pequeño cambio en la composición de las grasas y los carbohidratos de una comida, puede afectar significativamente a la respiración.

Se ha visto que aumentar la ingesta de grasas a expensas de los granos, el pan y otros carbohidratos, puede perceptiblemente reducir la disnea o mejorar la tolerancia de estas personas al ejercicio (Thorax, vol. 47, pp. 451-56, 1992).

Dentro de la medicina nutricional, hay varias substancias que pueden ayudar a los pacientes enfisematosos. Los ácidos grasos esenciales del pescado y del lino son fuentes complementarias de grasas. Por otro lado, el magnesio está entre los otros nutrientes vitales porque ayuda a relajar y de esta forma puede abrir los bronquios.

Los ya tan conocidos antioxidantes, particularmente la vitamina C y la vitamina E son también esenciales porque protegen nuestras células pulmonares del daño provocados por los radicales libres y además nos ayudan a neutralizar el daño por fumar y por la contaminación en el medio ambiente (Annals of the New York Academy of Sciences, Vol. 669, pp. 141-55, 1991).

Podemos citar otros complementos nutricionales útiles como terapia contra el enfisema. Tal es el caso de el zinc y la vitamina B-6, los cuales ayudan a quelar al cadmio. La conocida vitamina E natural (es decir con tocoferoles mixtos) para disminuir la dependencia del paciente de la terapia con oxígeno (John Bastyr College. Natutopathic Treatment Book. Seattle, WA: NCNM Library Reprint, 1984). La lecitina nos ayuda a reducir la tensión superficial de los líquidos en los pulmones, facilitando así su eliminación (Weiss, R. Herbal Medicine. Beaconsfield, England: Beaconsfield Publishers, 1988). Y para ayudar a reestablecer la elasticidad del tejido conectivo, podemos recurrir al uso de la lisina, el ácido fólico, la vitamina C y la ya mencionada vitamina A.

Ahora en día, los científicos tienen mayor evidencia para creer que un derivado de la vitamina A, el ácido retinóico puede en realidad revertir el daño pulmonar del enfisema.

En uno de tantos estudios, los investigadores indujeron un daño pulmonar tipo enfisema, en algunas ratas de laboratorio perjudicando los sacos alveolares, en los cuales el oxígeno y el dióxido de carbono son intercambiados continuamente entre los pulmones y el torrente sanguíneo. La destrucción progresiva de estos sacos alveolares, con el tiempo, perturba la respiración de la gente que sufre de enfisema, haciendo que su respiración sea muy difícil, sobre todo para exhalar y deshacerse del dióxido de carbono.

Pues bien, según los resultados de este estudio, después del tratamiento con ácido retinóico, los sacos alveolares de las ratas regresaron a su estado normal (Nature Medicine, June, 1997).

Pienso que no debemos de precipitarnos en sacar conclusiones y que se debe de hacer mucha más investigación antes de que sepamos hasta qué grado puede en realidad este tratamiento revertir el enfisema en los seres humanos. Inclusive, el patrocinador del estudio National Heart, Lung and Blood Institute hace una advertencia respecto a este mismo asunto. Sin embargo, creo que no sería muy adecuado esperar años enteros para que éste u otros patrocinadores aceptaran que sí hay suficiente evidencia de que los complementos de vitamina A (en esta forma en particular) pueden ser una parte útil en el tratamiento de los problemas pulmonares. La mayoría de los médicos orientados a la terapia nutricional consideramos adecuado aprovechar el conocimiento actual y ayudar a los pacientes enfisematosos que sufren tanto con su dificultad para respirar.

En otro estudio clínico, se tomaron fumadores masculinos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica y se pudo correlacionar científicamente la mejoría en la función pulmonar con complementos de este nutriente (Am. J. of Clinical Nutrition, Vol. 64, No. 6, pp. 928-34, 1996). Los hombres fumadores, que tenían entre 43 y 74 años fueron divididos en 5 grupos basándose en la severidad de su enfermedad pulmonar y su grado de fumar. Las pruebas de funcionamiento pulmonar de los pacientes con los peores casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica mostraron la más grande mejoría después de tomar los complementos de vitamina A. Los investigadores concluyeron que los pacientes sufrían de una deficiencia local respiratoria.

El cuerpo puede convertir al betacaroteno y a la vitamina A en ácido retinóico. Por lo cual, es una buena idea preguntarle a nuestro médico ortomolecular si deberíamos incluir algún complemento en nuestro programa nutricional y/o terapéutico.

Ambos, el betacaroteno y la vitamina A son solubles en grasa, así que no los podemos metabolizar totalmente con una dieta baja en grasa. Para los interesados, la vitamina A se encuentra principalmente en los alimentos amarillos, como las calabazas, las mantequillas y las papas, así como en muchas verduras.


Es bueno recordar que cada cigarro nos quita 8 minutos de vida y que contiene aproximadamente 4,000 substancias tóxicas conocidas.

Es muy importante aclarar que debido a que la medicina ortomolecular es una especialidad profesional, no se recomienda el uso de complementos nutricionales terapéuticos sin la supervisión cercana de un médico especializado en este tipo de terapéutica.

Energía para el corazón; la ribosa.


Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

Coordinador de medicina ortomolecular del Centro de Estudios de Medicina Integradora de la Universidad Autónoma de Guadalajara y Presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C.

La bioquímica actual nos enseña que los carbohidratos están compartidos abundantemente en vegetales y animales, en los cuales tienen partici¬pación en la estructura y en el metabolismo. En los vegetales, por ejemplo, la glucosa se sintetiza mediante la fotosíntesis a partir de bióxido de carbono y agua, y se almacena como almidón o se convierte en la celulosa. Por otro lado, los animales tienen la capacidad de sintetizar algunos carbohidratos a partir de las grasas y las proteínas, pero el volumen mayor de los carbohidratos animales se obtiene al final de los vegetales.

El conocimiento de la estructura y las propiedades de los carbohidratos de importancia fisiológica es esencial para el entendimiento de la participación de éstos en la economía del cuerpo de los mamíferos. El azúcar glucosa constituye el carbohidrato más significativo. La mayor parte de los carbohidratos de la dieta se absorbe como glucosa al torrente sanguíneo o se convierte en ésta en el hígado, y es a partir de la glucosa que se pueden formar otros carbohidratos en el cuerpo. La glucosa constituye un combustible del tejido significativo de los mamíferos (excepto los rumiantes), y un combustible universal para el feto. La glucosa se convierte en otros carbohidratos que realizan funciones específicas. Podemos mencionar por ejemplo, el glucógeno para almacenamiento, ribosa en los ácidos nucleicos, galactosa en la lactosa de la leche, en ciertos lípidos complejos, y en combinación con las proteínas en las glucoproteínas y los proteoglucanos.

La ribosa es una azúcar de 5 carbonos (pentosa) que ocurre naturalmente en todas las células vivientes y forma la porción de carbohidratos de ADN y el ARN, los bloques edificantes de la vida. Esta azúcar es la que inicia el proceso metabólico para la producción de ATP. Como ya hemos descrito antes, el ATP es la principal fuente de energía usada por las células incluyendo el tejido muscular para funcionar normalmente.

La D-ribosa es una substancia dulce, sólida, soluble en agua que también se conoce como alpha-D-ribofuranósido. La L-ribosa no tiene actividad biológica.

En 1957 se descubrió que la ribosa es un intermediario primario en un ciclo metabólico importante, la vía del fosfato de pentosa. La vía del fosfato de pentosa es de importancia primaria en el cuerpo para la síntesis de energía, la producción de material genético y para proveer materiales usados por ciertos tejidos para hacer ácidos grasos y hormonas.

En el año 2004, un estudio conducido en el Instituto August Krough en la Universidad de Copenhagen en Dinamarca fue publicado en American Journal of Phisiology. Este estudio fue conducido por el equipo de esposos de Jens Bangsbo e Ylva Hellsten, 2 de los fisiólogos musculares líderes en el mundo y probaron que la administración de la ribosa incrementó significativamente el metabolismo energético en el músculo esquelético estresado y aceleró la recuperación de la reserva de energía una vez que fue vaciada. Los resultados de este estudio son altamente significativos cuando se considera el involucramiento muscular esquelético asociado con una insuficiencia cardiaca congestiva y en enfermedad vascular periférica y el impacto de la recuperación energética muscular esquelética después de un ejercicio de alta intensidad.

En un estudio sobre el rendimiento se demostró que en 4 semanas, el grupo que tomó ribosa experimentó un incremento significativo (+29.8 % ribosa versus +7.4 % placebo) en el número de repeticiones totales realizadas para las series de 10 hasta la fatiga muscular (Antonio J et al The effects of ribose supplementation, Am Coll of Sports Medicine, May 2001)

La administración oral de complementos de ribosa se usan para incrementar la función muscular, la recuperación, el rendimiento atlético, estimular la energía tisular muscular y mejorar la efectividad de la creatina, maximizar la producción de ribosa, llenar de nuevo las reservas de ATP y mejorar o mantener el salvamento y/o la síntesis de nucleótidos en el corazón y los músculos esqueléticos después de un ejercicio de alta intensidad . También se ha usado para mejorar la tolerancia al ejercicio, mantener o aumentar las reservas de energía en el corazón o las células musculares y mejorar la calidad de la vida en algunos individuos con problemas cardíacos. Ahora sabemos que los enlaces de alta energía de ATP son la fuente directa para las contracciones cardiacas (Pasque MK, Spray TL, Pellom Gl et al. Ribose-enchanced mocardial recovery following ischaemia in the isolated working rat heart. J Thorac Cardiovasc Surg 1980;80:506-16)

Como ya sabemos, la creatina monohidratada dona un fosfato al ADP, el cual entonces crea otro ATP. Es como una especie de reciclado. En cambio, la ribosa que también aumenta el ATP en nuestro cuerpo, lo hace de diferente manera que la creatina. En este caso, la ribosa es un verdadero bloque constructivo de ATP. En una molécula de ATP, hay una base llamada adenina, una ribosa y una cadena de fosfatos. Así que sin ribosa, no podemos sintetizar ATP.

En un estudio se concluyó que la ribosa mejoró la regeneración de nucleótido adenosina después de tandas extendidas de ejercicio de alta intensidad (Trappe S, et al. Effect of ribose supplementation on nucleotide depletion. Human Perfomance Laboratory, Ball State University, USA).

Cuando realizamos ejercicios intensos, nuestras reservas de ATP se disminuyen en forma dramática y se pueden requerir varios días para que nuestros cuerpos llenen de nuevo las reservas de ATP para lograr un rendimiento pico. Nuestros cuerpos no están diseñados para hacer ribosa lo suficientemente rápido para satisfacer nuestras necesidades de energía en estos casos y esa es exactamente la razón por la que necesitamos complementos nutricionales de ribosa.

Muchos atletas experimentan hipoxia como resultado de la actividad física intensa. La hipoxia ocurre cuando los músculos usan el oxígeno más rápido que lo que se les puede suministrar a través del torrente sanguíneo. Cuando el ejercicio físico intenso causa hipoxia, los niveles energéticos de ATP en las células caen y como ya lo mencioné arriba, se pueden requerir varios días para recuperarse esos niveles de energía. La ribosa complementaria ayuda a recuperar estos niveles de energía corporal más rápido.

En una investigación realizada en State University de Nueva Cork en Syracuse se demostró que los niveles de ATP durante el ejercicio en ciertos músculos pueden reducirse en un 21 %. Otros estudios han encontrado que hay disminuciones de hasta un 47 % en otros músculos.

La ribosa está presente en forma natural en los alimentos, pero sólo en cantidades muy pequeñas que no son muy accesibles para contribuir fisiológicamente. Su fuente dietética primaria es la carne roja, particularmente la ternera, donde se encuentra como un constituyente principal de los ácidos nucleicos que son abundantemente accesibles en el músculo. La ingesta dietética de ribosa es insuficiente para proveer cualquier apoyo nutricional substancial, especialmente a aquellas personas que sufren problemas patofisiológicos tales como enfermedades cardiacas, neuromusculares, vasculares periféricas y otras o aquellas personas que esperan recuperarse rápidamente del ejercicio hipóxico. La ribosa también es sintetizada en todas las células del cuerpo, pero solamente en forma lenta y en grados distintos, dependiendo del tejido.

Para muchos cardiólogos modernos que practican la cardiología metabólica, la ribosa es un complemento nutricional indispensable en cualquier protocolo de su especialidad en pacientes con problemas de falta de energía. Inclusive, algunos reportan que han logrado evitar el transplante de corazón en algunos de sus pacientes (Muller C, Zimmer HG, Gross M. et al. Effect of ribose on cardiac adenina nucletodies in a donor model for heart transplantation. Eur J Med Res 1998:330;879-87).
Varios estudios han demostrado que aparentemente lo que hace mecánicamente la contrapulsación externa mejorada, lo hace la ribosa pero bioquimicamente. Mientras que la contrapulsación externa mejorada empuja la sangre en el corazón forzandolo a llenarse, la ribosa suministra la energía que se requiere para permitir al corazón una relajación ventricular completa durante la fase diastólica del latido del corazón.

En 1958 se reportaron los primeros estudios humanos en el metabolismo de la ribosa en una revista de investigación clínica. Una serie de estudios conducidos por investigadores de los NIH demostraron que la ribosa en la sangre se absorbe rápidamente en los tejidos, que alguna ribosa se pierde en la orina y también se reveló como se distribuye la ribosa en los líquidos corporales. En la actualidad, sabemos que cerca del 97 % de la ribosa como complemento nutricional se absorbe y alcanza su nivel estable en la sangre en aproximadamente 30 minutos dependiendo del tamaña de la dosis.

Aunque la presencia de la ribosa en el material genético la convierte en una de las sustancias más esparcidas en el cuerpo humano, los científicos no podían encontrarla en la sangre y se pensaba que la ribosa podría no ser fisiológicamente importante en su forma libre.

Un científico alemán considerado el pionero en la investigación de la ribosa reportó 1992 que los corazones con falta de energía podrían recuperar sus niveles energéticos si se daba ribosa previa a o inmediatamente después de una isquemia (Zimmer HG. The oxidative pentose phosphate pathway in the heart: regulation, physiological significance and clinical implications. Basic Res Cardiol. 1992; 87:3003-316). En 1998 se descubrió el mismo fenómeno en el músculo esquelético. También se demostró, por primera vez que los efectos drenadores de energía de los medicamentos que hacen que el corazón palpite más fuertemente (agentes inotrópicos) podrían disminuirse si se daba ribosa junto con el medicamento. Estos científicos postularon y después probaron que la capacidad de la ribosa para formar 5-fosforibosil-1pirofosfato (PRPP) como el producto final de la vía del fosfato de pentosa era el paso limitante en la velocidad de la recuperación de la energia en el tejido hipóxico o isquémico y que la síntesis de energía no podía ocurrir si este compuesto no estaba accesible al tejido Zimmer HG. Significance of the 5-phosphoribosyl-1-pyrophosphate pool for cardiac purine and pyrimidine nucleotide synthesis: studies with ribose, adenine, inosine, and orotic acid in rats. Cardiovasc Drugs Ther. 1998; 12 Suppl 2:179-187).

La ribose mejora la tolerancia del corazón a la isquemia en los pacientes con enfermedad arterial coronaria. Un estudio randomizado y controlado con placebo demostró que la ribosa aumenta el tiempo para el surgimiento de la angina moderada y el tiempo para la depresión de la onda ST durante la prueba de ejercicio de caminata en la banda sin fin en este mismo tipo de pacientes (Pliml W von Arnim T, Stalein A et al. Effects of ribose on exercise-induced ischaemia in stable coronary artery disease. Lancet 1992;340:507-10).

Varios estudios muestran que la complementación con ribosa oral administrada durante ambos periodos de isquemia y de reperfusión incrementa significativamente los niveles de ATP (Chatham JC, John Challis RA, Radda GK et al Studies of the protective effect of ribose in myocardial ischaemia by using P31-nuclear-magnetic-resonance spectroscopy. Biochem Soc Trans 1985;13:885-6) y acorta el tiempo de recuperación de ATP (St Cyr JA, Bianco RW, Schneider JR et al. Enhanced high energy phosphate recovery with ribose infusión after global myocardial ischaemia in a canine model. J Surg Res 1989;46:157-62).

La ribosa mejora la función plaquetaria, pero además es útil en el tratamiento de insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad arterial coronaria, angina de pecho, cardiomiopatías isquémicas y otros padecimientos neuromusculares y musculoesqueléticos.

No deben tomar complementos de ribosa las mujeres embarazadas ni las mujeres lactantes, a menos que sean recomendados por su médico. No la deben consumir pacientes que sufran de gota, tampoco los hipoglicémicos, ni los diabéticos, excepto que sea bajo supervisión médica.

Los efectos farmacológicos del Shiitake


Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

Coordinador de Medicina Ortomolecular del Centro de Estudios de Medicina Integradora de la Universidad Autónoma de Guadalajara y Presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C.

Shiitake es un nombre japonés derivado de take, hongo y shii una clase de árbol de castaño (castanopsis cuspidata) donde se encontró que crecía comúnmente este hongo en Japón. (K. Mori, Mushrooms As Health Foods (Tokyo: Japan Publications, 1974), 24-26).
El legado del shiitake visto como una planta alimenticia importante fue promovido por el botánico inglés Miles Joseph Berkeley (1803-1889). Él se aseguró de que la gente con el tiempo notara sus delicias cuando lo nombró Lentinus edodes, el Latin edades significa comestible (British Columbia Ministry of Agriculture, Chinese Mushroom Feasibility Study, Project No. 271043 Vancouver, B.C., 1979).. Recientemente el nombre en latín del shiitake se cambió al de Lentinula edodes, pero eso no afectó su atracción. Después del hongo de mesa común (Agaricus bisporus), el shiitake es el más popular y el más cultivado de todos los hongos exóticos en el mundo entero (W. M. Breene, “Nutritional and Medicinal Value of Speciality Mushrooms,” Journal of Food Protection 53, 1990: 883—94.). Fresco o seco, en aderezo, salsas, sopas, noodles, bebidas carbonatadas, complementos nutricionales y dulces, el shiitake tiene casi tantos usos en la dieta Oriental como los jitomates tienen en el Occidente.

El Shiitake es una buena fuente de proteína, potasio e incluyendo el tallo, es una buena fuente de zinc que es un importante mineral para el funcionamiento del sistema inmunológico. También es una fuente rica de carbohidratos complejos llamados polisacáridos y contiene más de uno que se sabe que estimula al sistema de inmunológico.
El Shiitake contiene todos los aminoácidos esenciales que requerimos en nuestra dieta. Se ha demostrado que contiene cantidades generosas de lisina y leucina. Estos hongos tienen niveles más altos de aminoácidos esenciales que el frijol de soya, otro tipo de frijoles y el maíz. Sus niveles de contenido de aminoácidos esenciales es casi tan alto como el de la leche. Los aminoácidos forman casi el 14 % del peso del hongo del Shiitake seco. Es bajo en contenido de calorías. Es más alto en vitamina D que la mayoría de los alimentos. Esto es muy importante especialmente para los vegetarianos puesto que un número de estudios los han encontrado deficientes en vitamina D. (P. Millet et al.
“Nutrient Intake and vitamin Status of healthy french vegetarians and non-vegetarians. Am J. of Nutrition 50, 1989:718-727 )

En China, el Shiitake se llama Hisang Ku, lo que significa “hongo fragantes”, un nombre que le queda bien por su olor como a caramelo. El cultivo de Shiitake emplea aserrín de madera dura o el método más lento y tradicional de inocular troncos de madera dura.

En la medicina folclórica oriental, el shiitake es un alimento que activa la sangre. Tan sencillo como se oye, el hongo se usa para muchos problemas de salud. Está indicado en los tratamientos folclóricos de resfriados, varicela, bronquitis, dolor de estómago, cefalea, debilidad y hasta en envenenamiento por hongos (B. Liu and Y.-S. Bau, Fungi Pharmacopoeia (Sinica) (Oakland, Calif.: Kinoko Company, 1980), 105—9).

Hay estudios que han demostrado su efecto para mejorar la belleza de la piel (F. Mayuzumi et al., “Bath Preparations Containing Mushroom Polysaccharides,”
Japanese Patent 61,129,113, June 17,1986, in Chemical Abstracts 105(1986):
361 (CA. 105: 158629h).) y también estas pruebas clínicas han demostrado su eficacia en el tratamiento del acné (Noda Shokkin Kogyo K. K., “Therapeutic Agents for Skin Diseases,” Japanese Patent 58,180,428, October 21, 1983, in Chemical Abstracts 100 (1984): 351 (C.A. 100: 33273c).
La historia nos indica que los emperadores de China comían el hongo en grandes cantidades para retrasar el surgimiento del envejecimiento (N. Claydon, “Secondary Metabolic Products of Selected Agarics,” in Develop¬mental Biology of Higher Fungi, symposium of the British Mycological Society, University of Manchester, April 1984, eds., D. Moore et al. (Cambridge: Cam¬bridge University Press, 1985), 561—79). Hoy el Shiitake está entre los alimentos y las medicinas herbolarias en la dieta China ya que los nutriólogos has determinado que es rico en actividad antienvejecimiento. Por esta razón, el Shiitake fue recientemente enlistado por la Academia China de Ciencias Médicas como un candidato promisorio para la investigación dedicada al cuidado del segmento rápidamente creciente de la población China con edades de 60 a más años. Para el año 2025 el número en ese grupo de edad habrá alcanzado un estimado de 208 millones de personas (P.-G. Xiao et al., “Immunological Aspects of Chinese Medicinal Plants As Antiaging Drugs,” Journal of Ethnopharmacology 38 (1993): 167—75).

En China durante la Dinastía Ming (1368-1644 a.C.) el Shiitake ya era reconocido como un alimento medicinal. El Shiitake mejora el ki, cura el resfriado y penetra en el sistema circulatorio sanguineo según una materia médica antigua. El hongo incrementa la fuerza vital, lo cual en la terminología actual significaría que aumenta el vigor (Y. Sugi, Seijikai (Political World), Tokyo, September 1981, 66—68 (in Japanese, translated) o que el Shiitake puede dotar a la gente con fuerza y energía.

En la medicina tradicional China, el Shiitake está categorizado como un alimento que tiene un efecto hacia arriba sobre la energía Yang del cuerpo y corresponde al sabor dulce con energía neutral. El órgano que corresponde al Shiitake es el estómago. Se dice que los alimentos clasificados como dulces actúan en el bazo y el estómago y se usan para disminuir los síntomas agudos y neutralizar las acciones tóxicas de los alimentos. Los alimentos dulces se recomiendan en los casos en los cuales el sistema digestivo está débil. La categoría del movimiento hacia arriba para el Shiitake significa que generalmente se usa para tratar enfermedades de la parte más baja del cuerpo, como en el caso de un prolapso uterino, prolapso del recto, diarrea, etc.

Desde 1966 se han hecho varios estudios en la Universidad de Michigan donde se descubrió que el Shiitake puede producir un nivel altamente importante de protección contra la influenza tipo A. Los virus de la influenza tipo A son los que crean mayores brotes y puede hacerse epidémicos y hasta pandémicos esparciéndose de continente a continente. El Shiitake disminuye hasta el 46 % las lesiones en los pulmones según los resultados de los estudios.

El uso de este hongo para tratar transtornos de hígado es definitivamente más que folclor. El Shiitake acelera el procesamiento del colesterol en el hígado (S. Tokuda et al., “Reducing Mechanism of Plasma Cholesterol by Shii-ta-ke,” in Mushroom Science IX (Part I), proceedings of the Ninth International Scien¬tific Congress on the Cultivation of Edible Fungi, Tokyo, 1974 (Kiryu, Japan:Mushroom Research Institute, 1976), 445—62) y ha demostrado un efecto protector muy importante en los hígados de ratas que han sido sujetas a químicos que dañan el hígado como el acetominofén (V. E. C. Ooi et al., “Protective Effects of Some Edible Mushrooms on Paracetamol¬Induced Liver Injury,” in First International Conference on Mushroom Biology and Mushroom Products, August 23—26, 1993, Hong Kong, Program andAb¬stracts (Hong Kong: Department of Biology, Chinese University of Hong Kong, 1993), abstr. P-2-13: 139). También se ha visto que el extracto de Shiitake provee protección del hepatocito del daño causado por una reacción autoinmune (Y. Mizoguchi et at., “Protection of Liver Cells Against Experimental Damage by Extract of Cultured Lentinus edodes Mycelia (LEM),” Gastroenterologiaiaponica 22 (1987): 459—64) y es muy exitoso en el uso clínico contra la hepatitis B en los seres humanos: todos los pacientes se han curado (H. Amagase, “Treatment of Hepatitis B Patients with Lentinus edodes Myce¬hum,” Excerpta Medica (1987): 316—21).

La Escuela de Medicina de Tohoku en Sendai encontró que el lentinan, un polisacárido derivado del cuerpo frutal del Shiitake, inhibió efectivamente la diabetes mellitus insulino dependiente de desarrollarse en ratones (J. Satoh et at., “Inhibition of Development of Insulin-Dependent (Type I) Diabe¬tes Mellitus in Nonobese Diabetic Mice by TNF and TNF Inducers,” Igaku no Aymumi 147 (1988): 63—64).

El Shiitake inhibe la agregación plaquetaria (Y. Hokama and J. L. R. Y. Hokama, “In Vitro Inhibition of Platelet Aggregation by Low Dalton Compounds from Aqueous Dialysates of Edible Fungi,” Re¬search Communications in Chemical Pathology and Pharmacology 31(1981): 177—80). Al inhibir la agregación plaquetaria, previene los ataques cardiacos.
Desde 1957 se ha notado que los pacientes con enfermedad arterial coronaria tienen eritrocitos agregados y una irrigación sanguinea reducida, especialmente después de una comida alta en grasas (H. I. Bicher and A. M. Beemer, “Induction of lschemic Myocardial Damage by Red Blood Cell Aggregation (Sludge) in the Rabbit,” Journal of Atherosclerosis Research 7 (1967): 409—1 4).
En los pacientes con hipertensión arterial, el colesterol LDL hace que las plaquetas sean más pegajosas en paralelo con aumentos en la presión (N. Fetkovska et al., “Low-Density Lipoprotein Enhances Platelet Activation in Parallel with the Height of Blood Pressure,” Journal of Hypertension 6, suppl. 4 (1988): S646—48).
Factores de riesgo arteriales tales como hipertensión, niveles altos de grasa en la sangre y la diabetes están asociados con la impotencia. Cuando 2 o más de estos factores están presentes, se puede sospechar de que hay lesiones arterioescleróticas en las arterias penianas. Se cree que tiene efectos afrodisíacos, lo cual puede deberse al efecto sobre la circulación y al contenido de zinc.
Parte del efecto reductor del colesterol del shiitake es atribuible a la fibra. El contenido total de fibra del hongo seco es de cerca del 37 % al 46 %. De hecho, los hongos son aún mejor fuente de fibra dietética que las verduras silvestres, las cuales tienen en promedio un 27 % de fibra dietética total.

Si las células T son estimuladas eficientemente, podrán activar a los macrófagos. Los polisacáridos en la superficie de las bacterias también activan a los macrófagos y ese un mecanismo de acción en que los hongos que contienen polisacáridos pueden fomentar la respuesta inmunológica, esencialmente al imitar a las células extrañas.

Los hongos Shiitake contienen un tipo de polisacáridos conocidos como beta-glucanos, los cuales son típicos de la clase de inmunoactivos. En una palabra, son inmunoestimulantes (E. J. Lien, “ Fungal Metabolites and Chinese Herbal Medicine As Immuno¬stimulants,” Progress in Drug Research 34 (1990): 395—419).

En el siglo XIV, el médico Chino Wu Rui reportó que el Shiitake es benéfico en el tratamiento de varias formas de malignidad (M. Ueno, ed., Shokumotsu Honzo Bon Taisei, vol. 5 (Kyoto: Rinsen Shoten, 1980), 284—85). En la actualidad, un estudio novedoso realizado en 1969 para el tratamiento de Sarcoma 180, se logró una alta tasa de inhibición del tumor, de entre el 72 al 92 % (T. Ikekawa et al., “Antitumor Activity of Aqueous Extracts of Edible Mush¬rooms,” Cancer Research 29 (1969): 734—35).

Posteriormente se descubrió un polisacárido particular del Shiitake llamado lentinan en relación a Lentinus, el nombre latín o botánico para el género o grupo al que pertenece el Shiitake.

Varios ensayos han demostrado que el shiitake tiene diferentes efectos según la dosis. Eso nos hace pensar que el efecto de este hongo no es tanto citotóxico sino inmunológico (G. Chihara et al., “Fractionation and Purification of the Polysaccharides with Marked Antitumor Activity, Especially Lentinan, from Lentinus edodes (Berk.) Sing. (An Edible Mushroom),” Cancer Research 30 (1970): 2776—81).

Además de activar a los macrófagos, el Shiitake también estimula a las células asesinas naturales (NK) (J. E. Byram et al., “Potentiation of Schistosome Granuloma Formation,” Ameri¬can Journal of Pathology 94(1979): 201—22) un tipo de células inmunológicas que juega un papel crítico en la destrucción de tumores y virus. Estas células asesinas naturales usan una enzima llamada perforina. La perforina hace agujeros en la membrana externa de las células enemigas, causándoles fugas y con el tiempo la muerte (J. D.-E. Young and Z. A. Cohn, “How Killer Cells Kill,” Scientific American (January 1988): 38—44).

Como sabemos, los medicamentos convencionales tienen efectos adversos. En el caso del Shiitake, puedo afirmar que no hay efectos adversos causados por la ingesta de este hongo; y cuando los hay, son raros, ligeros y transitorios ( T. Taguchi et al., “Cooperative Phase Studies of Lentinan,” in Current Chemo¬therapy and Immunotherapy, vol. 2, eds., P. Perti and G. G. Grassi (Washing¬ton, D.C.: American Society for Microbiology, 1982), 1210—11).

Según los conocimientos más recientes de genética, ahora sabemos que todos los mediadores inmunológicos (IL-1, TNF, IL-2, interferón) están regulados genéticamente. Los polisacáridos del Shiitake actúan sobre un gen conocido como Ltn-2 (Y. Y. Maeda et aI., “Genetic Control of the Expression of Two Biological Activi¬ties of an Antitumor Polysaccharide, Lentinan,” international Journal of Immunopharmacology 13 (1991): 977—86).

Otro efecto demostrado del Shiitake es que acelera la formación de hueso en animales con huesos dañados (A. Saito, “Pharmaceuticals Containing Lentinan for Treatment of Bone Dam¬age,” Japanese Patent 63 17,828, January 25, 1988, in Chemical Abstracts 109 (1988): 395 (C.A. 101: 176355c).

Hemos utilizado el Shiitake en una diversidad de enfermedades, incluyendo la tuberculosis pulmonar.

Hay muchos casos documentados en los que se ha verificado que el Shiitake reduce enormemente los efectos colaterales de la quimio y la radioterapia en los pacientes con cáncer (E. J. Lien, “The Use of Chinese Herbal Medicine in Cancer Prevention and Chemotherapy: A Survey,” Oriental Healing Arts Bulletin 13 (1988): 59—68)

Algo muy interesante es que el Shiitake puede ser una medida preventiva en reducir el daño cromosómico producido por medicamentos anticáncer, el cual, en algunas ocasiones no lleva a más tumores (J. Hasegawa et al., “Inhibition of Mitomycin C-Induced Sister-Chromatid Ex¬changes in Mouse Bone Marrow Cells by the Immunopotentiators Krestin and Lentinan,” Mutation Research 226 (1989): 9—12).

El Shiitake se unió a la guerra contra el SIDA en 1983 cuando el lentinan demostró ser exitoso en el tratamiento de un paciente con SIDA en Japón (1), tan exitoso que el paciente ya no tenía la enfermedad. Sus lecturas de HIV-positivo desaparecieron gradualmente en forma directa y paralela con un junto de anormalidades hasta que todo regresó a lo normal. Parece que pocas personas fuera de los investigadores del SIDA saben acerca del caso. Este caso fue presentado en 1985 durante la Tercer Conferencia Internacional en Inmunofarmacología en Florencia, Italia.
El lentinan es compuesto promisorio especialmente en estimular y restaurar a las células T-ayudantes. El lentinan del Shiitake se clasifica como el primer medicamento inmunológico documentado para incrementar la capacidad asesina de las células de las células T al restaurar la función de las células T ayudantes.
Uno de los compuestos del Shitake conocido como EP3 es un antiviral y un inmunoestimulante. Los investigadores esperaban que este compuesto fuera también un polisacárido. Sin embargo, se descubrió que es una lignina.
La hepatitis B es una enfermedad que prevalece en la actualidad. Se considera que al menos 300 millones de personas están infectadas en todo el mundo, haciéndola la enfermedad más prevalerte en el planeta. Cerca del 30 % de los individuos infectados se hacen pacientes con hepatitis crónica activa, en los cuales la enfermedad puede llevarlos gradualmente a cirrosis hepática, insuficiencia hepática y cáncer del hígado. El interferón es solamente efectivo en aproximadamente el 40 % de los casos.
El Shiitake también es útil contra parásitos, los virus del herpes simplex y zoster.

El cromo en la obesidad y la diabetes


Por el Dr. Héctor E. Solórzano del Río

Presidente de la Sociedad Médica de Investigaciones Enzimáticas, A.C.

El cromo es un oligoelemento esencial. El cromo es biológicamente activo en el estado trivalente. Puede formar complejos con compuestos orgánicos como la niacina, glicina, ácido glutámico y cisteína.

El picolinato de cromo es una forma segura y biológicamente efectiva del elemento traza cromo. Muchos estudios clínicos en varias partes del globo han demostrado se eficacia en extender la vida, disminuir el colesterol, aumentar la musculatura y reducir la grasa corporal.

El cromo es bien conocido como el factor de tolerancia a la glucosa. De acuerdo a las Recommended Dietary Allowances (asignaciones dietéticas recomendadas) autoritarizadas (10a. Edición, 1989) publicadas por el consejo nacional de investigación de los EE. UU., este mineral es esencial para el metabolismo normal de la glucosa y su deficiencia resulta en un síndrome parecido a la diabetes.

Además hay evidencia convincente de que la glucosa acelera el proceso del envejecimiento, lo cual puede explicar porqué los diabéticos son susceptibles a las enfermedades relacionadas con la edad a una edad más temprana que la gente sana. El Dr. Anthony Cerami de la Universidad Rockefeller, ha hipotetizado que el azúcar se une con ciertas proteinas en el cuerpo en un proceso llamado glucosilación, el cual al final daña al DNA. Una vez dañado, el DNA no puede replicarse exactamente y cuando sí se replica, la célula nueva es menos eficiente -- en otras palabras, está envejecida (Cerami, A., Journal of the American Geriatric Society, 1985;33:626-34 y Cerami, A., Scientific American, Mayo 1987;256:90-6).

Si el azúcar promueve el envejecimiento, entonces al controlar la ingesta de azúcar deberíamos retrasar el proceso del envejecimiento. De hecho, se sabe desde 1935 que una dieta con restricción de calorías extiende el periodo de vida. El Dr. Edward Masoro de la University of Texas Health Science Center, San Antonio, recientemente ha confirmado que los animales con restricción calórica tuvieron niveles más bajos de azúcar y concentraciones más bajas de residuos de glucosilasón, sugiriendo que el proceso del envejecimiento en realidad sí retardaba, según su reporte en el Journal of Gerontology: Biological Sciences (1989;44:B20-22) y American Journal of Clinical Nutrition, Junio 1992;55:125S-52S).

Los complementos de cromo pueden ofrecer los mismos beneficios de la restricción calórica, de acuerdo a un reciente estudio de cuatro años descrito en una reunión de la Asociación Americana del Envejecimiento y el Colegio Americano de Gerontología Clínica en Octubre de 1992.

En diferentes estudios que se han realizado se ha demostrado repetidas veces que el picolinato de cromo reduce la grasa corporal aún sin hacer dieta ni hacer ejercicio. Inclusive los resultados son los mismos cuando se hacen en animales; esto descarta la posibilidad de la influencia de los factores psicológicos. Además todos sabemos que un exceso de grasa corporal no va de acuerdo con un estilo de vida lleno de juventud.

En los pacientes a quienes administramos el picolinado de cromo, en nuestros ensayos clínicos, en el Programa de Estudios de Medicinas Alternativas de la Universidad de Guadalajara notamos que la pérdida de grasa corporal gradual y estable, se acelera en forma proporcional cuando se complementa con una dieta para la reducción de grasa.

Entre las razones por las cuales el picolinato de cromo ayuda a las personas sometidas a una dieta a bajar de peso, se encuentra el hecho de que aproximadamente 8 de cada 10 personas es deficiente en cromo, al no llevar una dieta con el contenido mínimo recomendado.

Se ha confirmado que una deficiencia de cromo aumenta la producción de grasa porque se retarda la degradación de alimentos para obtener energía. Al grado de que las calorías de casi todos los alimentos se convierten en grasa y entonces se almacenan en el tejido graso.

Hemos encontrado que la deficiencia de cromo de alguna manera altera el centro del control del apetito y esto hace que las personas sientan una clase de hambre falsa. En estos casos, se ha observado que aunque los niveles de azúcar en la sangre estén altos, la sensación de hambre puede persistir. Una de las razones para ésto es que la insulina no puede realizar su función cuando uno sufre de deficiencia de cromo. Además de que se encuentran alterados los niveles de leptina.

Por otra parte, ahora sabemos que la deficiencia de cromo puede también contribuir a los cambios bruscos en los niveles sanguíneos de azucar, provocando de esta manera serios cambios en el estado de ánimo.

Las primeras investigaciones sobre el picolinato de cromo sugerían fuertemente que aun en la ausencia del ejercicio, se podría incrementar la pérdida de grasa. Para confirmar esta observación, se realizaron varios estudios más y todos ellos nos llevaron a la misma conclusión, que el picolinato de cromo en verdad, disminuye la grasa corporal y forma músculo aún sin dieta rígida o ejercicio incrementado.

En un grupo de 100 personas obesas, les administramos 200 mcg de picolinato de cromo cada 8 horas por vía oral y al cabo de cuatro semanas, todos ellos perdieron peso y ganaron músculo sin necesidad de hacer dieta o ejercicio. La pérdida de peso fluctuó entre los 2 y los 5 kgs de peso. Una cosa importante que se notó es que en las personas de mayor edad, los cambios fueron más notorios ya que casi siempre la deficiencia de cromo se incrementa con la edad.

Otras instituciones han hecho estudios en animales y con esto se logró descartar, como ya mencioné, la posibilidad de una influencia psicológica. Todos los animales perdieron grasa y ganaron músculo.

Para obtener resultados más rápidos, nosotros siempre les sugerimos a las personas obesas que reduzcan su ingesta de grasa, que incrementen el ejercicio y también que no olviden beber más agua. Generalmente les recomendamos ocho vasos de agua al día. Algunos autores recomiendan que uno observe detenidamente su dieta. Al hacerlo, casi siempre se sorprende uno al darse cuenta de la gran cantidad de golosinas que consume al día. No se recomienda pesarse más frecuentemente de cada 2 semanas. Otros dietistas aconsejan la dieta 25/25 que quiere decir que debemos consumir solamente el 25 % de calorías de la grasa de nuestra ingesta total dietética y 25 gramos de fibra, la cual es saludable para muchos aspectos nutricionales.

La grasa de la dieta, no parece reducir el hambre en proporción a su valor calórico y se almacena rápidamente en el tejido graso. La grasa no entra en los glucostatos del centro del control del apetito. Por eso, los carbohidratos apagan el hambre vía los glucostatos, mientras que la grasa no lo hace.

La insulina y el cromo trabajan juntos aumentando el metabolismo al producir una termogénesis mediada por los carbohidratos.

El cromo ayuda a la insulina para la transferencia de los aminoácidos a través de las paredes de las células musculares, por eso es tan importante para el crecimiento muscular. Entonces podemos concluir que el ejercicio requiere del cromo.

En un estudio que se realizó en Bemidji State University (Minessota) se demostró que 200 mcg de cromo en forma de picolinato de cromo diario durante 6 semanas, produjo un crecimiento muscular significativo en los atletas comparado con aquellos que recibieron el mismo entrenamiento pero tomaron un placebo en vez del picolinato de cromo. En el grupo que recibió el picolinato de cromo, el peso muscular total promedio aumentó 3.5 libras, lo cual es estadísticamente significativo comparado con un incremento de menos de una décima de libra de músculo en el grupo placebo. Hubo un aumento de 1.4 cm en la circunferencia del bíceps para los que tomaron el picolinato de cromo contra 1.2 cm para el grupo del placebo. La circunferencia de la pantorrilla aumentó 1.15 cm lo cual es estadísticamente significativo para los del grupo de picolinato de cromo contra 0.8 cm para los del grupo placebo.

Las reservas de cromo generalmente disminuyen en forma continua en las personas que siguen una dieta alta en alimentos refinados, en cambio los que acostumbran una dieta con alimentos enteros, es decir no refinados, casi siempre conservan sus reservas de cromo dentro de los límites normales durante toda su vida.

Desde hace muchos años se sabe que la mayoría de las dietas contemporaneas están debajo de los 50 mcg, el cual es el nivel más bajo del rango recomendado de ingesta diaria de cromo. La Academia Nacional de Ciencias recomienda la ingesta de 50 a 200 mcg diarios de cromo.

Un investigador reportó en 1992 en un estudio comparativo de 22 dietas bien balanceadas diseñadas por los nutriólogos del Departamento de Agricultura de los EE.UU. que todas también eran deficientes en cromo. Las dietas tenían en promedio cerca de 13 mcg de cromo por 1,000 calorías.

Además de que la mayoría de la gente es deficiente en cromo, consume más cromo que el que ingiere. Los granos, los cereales y los azúcares enteros son buenas fuentes para obtener cromo. Lamentablemente el procesamiento de los alimentos elimina hasta el 80 % del cromo contenido en estos alimentos.

Por otro lado, las personas deben de estar conscientes de que el consumo de una dieta alta en azúcar aumenta también la excreción de cromo, del 10 al 300 %.
En nuestros estudios clínicos hemos notado que los corticoides producen deficiencia nutricional de cromo.

Hay evidencia de que los antiácidos disminuyen los niveles de cromo al inhibir la absorción de cromo. Al aumentar el pH gástrico se disminuye la absorción del cromo debido la formación de sales de cromo menos solubles.

También hemos notado que los pacientes hipoglicémicos reactivos son igualmente deficientes de cromo, como lo son los diabéticos y la mayoría de los obesos.
El cromo es un mineral que se puede tomar como complemento en forma segura. Se han realizado estudios toxicológicos y hasta el momento no se han encontrado efectos tóxicos a dosis altas ni por largo tiempo.

Las personas diabéticas no deben tomar complemento de picolinato de cromo sin la supervisión médica de un médico.